La palabra ninfomanía viene de "ninfa" y "manía". En la mitología griega, las ninfas eran las deidades del bosque, de las aguas y del campo. Se entiende por manía una preocupación excesiva, por lo tanto, la ninfomanía sería un apetito sexual exagerado de la mujer.
En una época, se consideró a este fenómeno como un trastorno orgánico que era necesario curar no solamente por motivos médicos, sino también morales y sociales. Con la irrupción del psicoanálisis se pensó que se trataba, más bien, de un desorden psicológico frente al cual resultaba indispensable algún tipo de tratamiento.
Carol Groneman, en su libro "Una historia de la ninfomanía", no sólo pone en cuestión tanto el enfoque orgánico y el fisiológico, sino que de hecho, duda de la existencia de la ninfomanía. Después de todo, ¿qué es un "apetito sexual exagerado"? ¿Quién determina cuanto es demasiado sexo y en base a qué parámetros? ¿Existe una cantidad de relaciones sexuales que sea saludable, normal, natural?
La autora sostiene que las distintas maneras en que se ha conceptualizado este fenónemo se relacionan más con una cuestión socio-política que con un problema clínico o psicológico.
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Carol Groneman |
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